Hacia un Aprendizaje Empático: Desafiando las Normas Obsoletas

Hacia un Aprendizaje Empático: Desafiando las Normas Obsoletas

¡Basta ya de tolerar métodos de aprendizaje obsoletos que solo generan sufrimiento! Como madre y profesional, rechazo esta norma arcaica. El aprendizaje debe ser inspirador y empático, no opresivo. Es hora de erradicar el abuso y la negligencia en todos los niveles.

Construyamos juntos un ambiente educativo donde reine el respeto y el cuidado mutuo. ¡Es hora de un cambio!

En nuestra sociedad actual, es esencial reflexionar sobre las formas de aprendizaje que hemos aceptado durante tanto tiempo. Ya no podemos tolerar una metodología obsoleta que se basa en el sufrimiento como motor de crecimiento. Como madre y profesional, me niego a normalizar situaciones en las que se vulneran los derechos de las personas, ya sea en la figura de autoridad o en cualquier otro ámbito.

El aprendizaje debe ser inspirador, motivador y siempre respetuoso, fomentando la empatía hacia nuestros semejantes. No podemos permitir que el dolor y la opresión sean la única salida para aquellos que se sienten atrapados en situaciones desesperadas. Es hora de detenernos y reconocer que como sociedad debemos erradicar el abuso de poder, el maltrato y la negligencia en todos los niveles, desde el hogar hasta el lugar de trabajo.

Juntos, como miembros de esta comunidad global, debemos tomar acción para construir un entorno donde la violencia no tenga cabida, y donde el respeto y el cuidado mutuo sean los pilares fundamentales de nuestra convivencia.

Es fundamental que abordemos esta cuestión en el ámbito educativo, donde se moldean las mentes jóvenes y se establecen los cimientos para el futuro. Los estudiantes deben sentirse seguros y apoyados en su proceso de aprendizaje, no coaccionados o menospreciados. Los métodos educativos deben adaptarse a las necesidades individuales de cada estudiante, reconociendo sus habilidades y fortalezas únicas.

Además, es crucial que los educadores se comprometan a cultivar un ambiente inclusivo y diverso en el aula, donde se respeten las diferencias. La empatía y la comprensión deben ser valores centrales en la educación, enseñando a los estudiantes a ponerse en el lugar del otro y a tratar a los demás con respeto y dignidad. ¡Como nos gusta ser tratados a todos!

No podemos subestimar el impacto que tiene una educación empática en la sociedad en su conjunto. Cuando enseñamos a nuestros jóvenes a ser compasivos y comprensivos, estamos sentando las bases para una comunidad más justa y equitativa en el futuro. Es responsabilidad de todos nosotros contribuir a este cambio, promoviendo un aprendizaje que inspire, motive y empodere a las generaciones venideras.

Les comparto esta pequeña reflexión a partir de los últimos hechos de conocimiento público con la lamentable situación vivida por una Alumna de una Universidad en Santiago de Chile. Es hora de desafiar las normas obsoletas y trabajar juntos hacia un futuro donde el aprendizaje empático sea la norma, no la excepción.

Francisca Jamett

Senior Consultant & Founder